Luego...

No tardo en darme cuenta,
salto, floto.
Y yo.
Tu mirada no cambia

Gran sorpresa.
Sí, lo veo.
Una puerta se abre
y se derrite
bajo la sumisión,
por el calor.
Sin cambiar lo opaco.

Me fío de las imagenes.
Pronto me pierdo
y leo el periódico
pero puedo verte.

Me seduce indiferentemente
y andrajoso,
vuelvo.
Sin razón

0 comentarios: